martes, 23 de septiembre de 2008

TACNA

Fotografías

viernes, 19 de septiembre de 2008

INFORMACIÓN ÚTIL CAMINANTE!

Tacna:

Ciudad heroica...Tacna y sus encantos...


Es junio y la rutina de la ciudad es agobiante, el frio agrava esta sensación... decisiones, preciso salir de este lugar.
Viernes por la tarde, parto en avión hacia la heroica ciudad de Tacna, viernes por la noche arrivo, el frio es abrumador...un desfile de modas esa misma noche, trajes a base de lana de alpaca y todo se ve interesante, al día siguiente - cámara en mano- salgo a explorar la ciudad.
Tacna es una ciudad eminentemente comercial, ubicada al Sur del Perú en la frontera con Chile, es una ciudad que ha resistido hidalgamente los ataques y las invasiones chilenas a lo largo del tiempo ... pero que sin embargo hoy en día, se rinde ante el comercio que es su actividad principal olvidando, muchas veces, su gran potencial turístico.
Tacna es una ciudad pequeña, la plaza de armas tiene una Pileta hermosa y una imponente catedral diseñadas por eiffel, "glorietas" adornadas por buganvillas, el arco parabólico en cuyos pies se encuentran las efigies de Miguel Grau y Francisco Bolognesi (Héroes de la guerra del Pacífico) y a pocas cuadras se encuentra el paseo Bolognesi construido sobre el antiguo cause del río Caplina y rodeado en su extensa longitud por enormes y bellas palmeras, un poco más alejado está el ferroviario con que alberga el antiguo tren de la ciudad - digno de ser visitado- y por supuesto el museo de Zela, la casa de este héroe donde dio el grito de Libertad.
La ciudad se encuentra salpicada por numerosos mercados, mercadillos y ferias diversificadas que venden ropa, comida, abarrotes, artículos electrónicos y todo lo que la imaginación pueda desear. La comida es muy buena y reconocida al igual que toda la comida peruana; el picante a la tacneña, el choclo con queso, el cuy, las marraquetas (pan), pastel de choclo son deliciosos y ahora la habitual costumbre de comer deliciosas empanadas es un verdadero placer.
Las noches de fines de semana tacneñas son divertidas y cálidas... los restaurantes, pubs, bares, discotecas ofrecen diversión para todos desde una tranquila noche en pizzerías y tratorias deliciosas, pasándo por bares tradicionales con cerveza artesanal muy rica en ambientes realmente especiales y decorados con muy buen gusto hasta grandes discotecas donde la música arranca toda tranquilidad en la ciudad y el baile es inevitable.
En los alrrededores de la ciudad se puede visitar Pocollay (infaltable la visita a la "TÍA MARÍA y su delicioso y tradicional picante a la tacneña) , Calientes - baños termales relajantes con una piscina atemperada, hospedaje y un restaurant muy recomendable- los petroglifos de Miculla, el puente colgante y el balneario de boca del río.
El alto del alianza da fe de la historia y el orgullo de esta ciudad, al noreste de la misma, pampa donde ocurrió la batalla del alto del alianza el 26 de mayo de 1880, y ahora se levanta un imponente monumento en homenaje a los héroes que defendieron su patria.
Tacna es una ciudad con historia, orgullo y sangre luchadora; una ciudad culta con dos teatros y numerosas plazas, monumentos espectacularmente bellos y grandes aventuras por ofrecer, aunque se sepa poco de ella, es una ciudad que vale la pena visitar, conocer y disfrutar.


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Placer y vida, Lunahuaná un lugar para disfrutar...


Abrazo un amanecer colorido rebosante del verde de las campiñas, del celeste del cielo, de lo cristalino de su río; me invade un aroma a limpio aire de mañana, a ricas uvas frescas….

El pisco, los camarones, el pan caliente de las 3 de la mañana, los dulces, buganvillas, las parras, el río, el gran valle, las ruinas, los paseos a caballo, los puentes, la historia, la calidez y la belleza; eso es Lunahuaná, un valle ubicado en Cañete a 38 Km. al este de San Vicente y a 182 Km. al Sureste de Lima a casi dos horas de ésta. Tras un rápido recorrido por la panamericana sur, nuevas sensaciones, aventuras y sabores se abren paso en medio de ese mar verde que nos ofrece Lunahuaná con sol todo el año y un aroma a naturaleza espectacular.

El valle cuenta con miles de ofertas que harán de este viaje una experiencia inolvidable. Al ingresar a Lunahuaná el panorama se ve salpicado de invitaciones para disfrutar de la aventura y la adrenalina con el canotaje en el río Cañete, los posibles hospedajes son numerosos y pueden observarse en el camino; las ofertas son variadas, desde hospedajes simples y hogareños hasta grandes hoteles con todas las comodidades posibles.

Pero si lo que se busca es experimentar el valle de la manera más auténtica posible es recomendable quedarse en uno de estos hospedajes que ofrece comida típica desde un buen desayuno con queso frito y ahumado, yucas fritas y jugo con fruta fresca en todo el sentido literal de la palabra, pasando por un almuerzo digno de los dioses a base de camarones o cuyes u otras ofertas deliciosas hasta la cena no menos seductora para el paladar y un ambiente acogedor y familiar.

Una muy buena opción es la casa de la familia Sánchez que se encuentra a la entrada del valle y que ofrece hospedaje para los visitantes donde también funciona la granja restaurant “Valle grande” que no puedo dejar de mencionar ya que es uno de los lugares que con más cariño recuerdo por el trato tan gentil y la calidad de la comida que fue realmente genial, un punto al cual no se puede dejar de ir definitivamente y cerca de allí los “chups de lúcuma” a unas 5 puertas hacia abajo con un real sabor a esta fruta y los panes calientes a unas cuadras más allá.

Entre los innumerables atractivos, como ya mencionaba, que ofrece el valle se encuentran la exquisita gastronomía que elogia el paladar con sus sabrosos camarones frescos, el cuy en sus más inéditas presentaciones, el conejo, los tamales, las yuquitas con queso, la fruta fresca y demás delicias merecedoras de un especial reconocimiento.

Otro gran atractivo es el emblema de esta ciudad que es sin lugar a dudas el Pisco almacenado en las Bodegas de Pisco visibles por todo el valle llenas de historia y sabor conocidas desde la Colonia por su gran calidad junto a los vinos y macerados hechos a base de uvas quebranta, borgoña, Italia y Moscatel atendidas por generosos y amigables herederos de esta tradición quellevan con orgullo este arte en las venas.

Lunahuaná también cuenta con numerosos atractivos culturales, históricos y paisajísticos como INCAHUASI (Casa del Inca)construida por los Incas en el valle de Lunahuaná en el Km 30 de la vía hacia Yauyos. Incahuasi está conformada por cuatro grupos de edificaciones: el palacio del INCA, los CUARTELES con graneros y depósitos, la CIUDAD CONVENTUAL y la FORTALEZA con influencia notable de la cultura Chavín en las columnas que aún pueden apreciarse en el paisaje.

También podemos encontrar los pueblos anexos de Ramadilla, Socsi y el puente colgante, Lúcumo con su pequeña Iglesia, Paullo, San Jerónimo, Langla, Jita, Condoray, Uchupampa, Catapaya.

Lunahuaná es un pueblo que parece haberse quedado inamovible en el tiempo tras la mirada tímida pero amigable de sus pobladores en esas casas humildes rodeadas de granjas y chacras ricas en recursos que les regala la generosa tierra donde se asientan; con esos personajes inolvidables, los almacenes, las bodegas, los restaurantes campestres animados con el saludo de los ancianos y la sonrisa de los niños, la timidez de los pobladores y esa dulce inocencia que transportan a un rincón apacible de nuestra existencia recubierta por la agotadora rutina de la ciudad.

Lunahuaná es un pueblo tranquilo que ofrece al turista y al visitante todas aquellas cosas que hacen falta para disfrutar de la vida, definitivamente un lugar para vivir al extremo la vida y el placer de existir para disfrutar de ella.

LIMA

Esta ciudad, llena de claroscuros, repleta de viajes infrarrojos, de tardes grises y de amaneceres tristes, cada incursión se convierte en un viaje surrealista muy parecido a un sueño con metalenguajes descritos en colores... caminar por aquí pinta plomo, a veces celeste, naranja o quizás me pinte pasado en sepia o presente en movimientos de colores distorsionados y ruidos enmudecidos. Viajar por Lima es siempre un acercamiento a lo etéreo de lo real, a lo efímero de lo eterno y a la fabricación de una verdad sin palabras, una verdad de colores a la orilla del mar, una verdad que pinta y decolora, juega y te invade, una Lima ruidosa en su calma y amante de la locura más elocuente esculpida en cada calle.